Título original: The book Thief
Dirección: Brian Percival
Guion: Markus Zusak, Michael Petroni
País(es): USA, Alemania
Año: 2013
Duración: 131 min
Protagonistas: Sophie Nélisse,
Geoffrey Rush, Emily Watson
Género: Drama, bélico
Clasificación: Pg-13
El valor de las palabras
Hace un par de años, youtube estaba
plagada de reseñas, comentarios y reacciones tanto de esta película, como del
libro en el que está basado. Y cada uno de ellos, en un fangirleo extremo, en
el que ponían esta historia por las nubes o tres metros más allá. Motivo más
que obvio, para cogerle fastidio y comenzar a evitarla, peor llegó el día. No
he dejado de pensar que está sobrevalorada, pero al menos digo, la película se
deja ver y tal vez me atreva con el libro.
Poner de centro el libro o la palabra es
un recurso que puede llegar a ser poético, pareciera que esa es la intensión en
la historia, para definir mejor esto habría que revisar el texto literario, más
que el cinematográfico. Es algo que en el uso adecuado puede resultar hasta
elegante. Será por esto que gustó tanto, ya que se presta para el postureo.
Pero también hay que recordar que este tipo de elementos pueden resultar
pedantes, y pretenciosos. En lo particular, donde se deja notar más esto es en
el detalle de este diccionario que comienza a construir, tiene su algo
divertido, pero me parece completamente innecesario. Si así está en el libro yo
lo hubiera retirado sin dudarlo.
Se siente, también, un poco puesto de
tapadera, la historia que se está desarrollando alrededor resulta más
interesante. Este elemento de la voz en off omnisciente, cosa que se justifica
muy bien al ser el personaje que es, nos muestra desde el principio que es una
historia de guerra. Hasta que la vi yo no sabía que iba sobre la segunda guerra
mundial, si lo hubiera sabido, tal vez me hubiera atrevido a verla antes.
Siento que no encaja muy bien lo de los libros, tienen su sentido, pero tal vez
se hubiera podido orientar de mejor manera.
Se justifica lo anterior al recordar que es
una historia contada para niños, muestra la cotidianeidad de este momento
histórico desde la perspectivas de los más pequeños, aunque por entrañable yo
me quedaría con el niño del pijama de rayas. Aunque resulte extraño el
personaje que terminas queriendo más no es justamente alguno de los infantes,
resulta ser el judío aquel con el que más puedes establecer una relación de
cariño.
No quiero que se crea que la pongo como
mala, sólo que hay ciertos aspectos en los que se pudo mejorar. Pero el que
gana indiscutiblemente es en la fotografía, diez sobre diez. Cada escenas es
admirable, el encuadre, la composición y la iluminación no se descuidan en
ningún momento. Y más allá de tener una técnica muy atendida las imágenes te transmiten,
te conmueven. ¿Digna de ver? Pues, dignísima. Esta está hecha para ver, el
sentido que más disfruta con ella es la vista.
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