sábado, 7 de junio de 2014

Ocho apellidos vascos

Título original: Ocho apellidos vascos
Dirección: Emilio Martínez-Lázaro
Producción: Álvaro Augustín
Guion: Borja Cobeaga y Diego San José
País(es): España
Año: 2014
Duración: 98 min
Protagonistas: Clara Lago, Dani Rovira, Carmen Machi
Género: Comedia
Clasificación: G


“Tendrás que llegar muy lejos para alcanzar lo que buscas”



Veo mucha gente española y este título sonaba mucho, pero no fue por ello que la vi. En el póster se ven los rostros de los personajes principales y sucede que entre ellos está Clara Lago y la he visto actuar. Anteriormente la vi en un papel dramático y tenía algo que me gustaba, algo que hacía que su personaje enganchara. Y ese fue el único motivo para ver la película. Si vez a alguien y te gusta lo que hace valdrá la pena volver a verla o verlo actuar.


La cinta tiene una carga muy nacional, basta leer el título que ya menciona una provincia (¿creo?) de España. Ocho apellidos vascos y es justo en País Vasco donde se desarrolla la mayor parte de la historia. Dentro de la misma narrativa cultura un de los temas recurrentes es el racismo interno. Vivo en un país en que nadie es exactamente una sola cosa, todos son mestizos y a pesar de ello muchos se ven entre como si fuera mierda, por ejemplo. No sabía que esto se diera de manera tan fuerte en otros países.

Y es que para alguien como yo ver desde fuera a España, los ves todos iguales que sí, que tienen una características los unos y otras características los otros. Pero si a mí me dice este es de Barcelona y este de Valencia, yo los veo, sólo el acento les cambia. Y eso es lo bueno en este tipo de películas muy nacionalista, que invita al extranjero a conocer y no me refiero a que hagan un tour por las ciudades ni que sea un documental de la cultura nacional. Si no que va poniendo varios elementos en la pantalla que además de ser parte de la historia te van aportando conocimientos culturales. En la película lo saben lograr, no resulta un elemento externo a la trama.


La comedia nunca ha sido por exceso muy intelectual y esta cinta no lo es. Pero dentro de su género sabe destacar no es ese humor estúpido (estúpido, porque no hay otra palabra que le calce) que suelen tener muchas norteamericana. O peor aún ese humor vulgar, tan básico que encuentra su centro en cosas tan comunes como las necesidades fisiológicas.

En fin, esto no es arte ni es la película que cambiará el modo de ver el cine en España. Pero, es hora y media en la que te entretienes, en la que sabes cómo puede terminar y el final o sorprende, pero agrada. Que se deja llevar, te encariñas con los personajes. No terminas la película con ganas de una segunda parte, pero tampoco es un desperdicio de tiempo.

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