lunes, 13 de diciembre de 2010

Naranjas

Un sacerdote estaba sentado contemplando el paisaje, cuando un hombre lo interrumpió y luego de saludarlo le dijo:

—Le regalo esta naranja —dijo mostrando la fruta— si me dice dónde puedo encontrar a Dios.

El sacerdote con una sonrisa le respondió.

—Yo te regalo diez naranjas, si luego de ver este paisaje me puedes indicar un lugar en el que no esté Dios.

-Anónimo-

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