sábado, 20 de noviembre de 2010

Coraline

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Neil Gaiman, reconocido por sus creaciones en cuanto a comics y novelas gráficas se refiere, es también autor de varias novelas entre ellas se puede encontrar Coraline, donde también plasma ese peculiar estilo que lo ha hecho famoso.

Esta novela que mezcla la fantasía y el terror te sumerge en el mundo de una niña de nombre no frecuente, Coraline Jones en su búsqueda por descubrir el mundo y entender a los adultos.

Todo comienza cuando Coraline se muda con sus padres a una mansión muy antigua, un lugar muy grande de varios pisos y provista de un amplio jardín con arboles muy añosos.

El edificio también es el hogar de un grupo de curiosos adultos que habitan distintos pisos. Parte de los vecinos son la señorita Spink y la señorita Forcible, un par de ancianas que en su juventud fueron actrices, pero ellas no viven solas, pues están acompañadas de un buen número de terriers escoses. También ocupa el lugar un viejo excéntrico que menciona adiestrar ratones para un circo.

Coraline compartía su parte de la casa con su madre y su padre ambos trabajaban con ordenadores lo cual lo hacían en la casa todo el día.

A Coraline lo que más le gustaba era explorar, cosa que le llevó a conocer primero el jardín y después, en una tarde de lluvia también su casa. Recorría su hogar como en un juego, buscando cosas azules y puertas, pero había una que no habría y le pidió ayuda a su madre, después de ver que tras esa puerta sólo se levantaba un muro de ladrillos, lo dio por olvidado.

Coraline no se imagino que el destino le presagiaba una peligrosa aventura tras aquella puerta, cosa que le fue advertida aunque ridículamente por los ratones y por las ancianas en las hojas del té.

Más allá de esa puerta, que nos recuerda a Alicia en el país de las maravillas, se despliega un mundo tan familiar como extraño. Una casa muy similar, con las mismas personas, o mejor dicho “otra” casa y “otras” personas, donde todo parece perfecto muy lejos del aburrimiento de su verdadero hogar, aunque con la cuestión de tener botones en lugar de ojos.

Luego de conocer aquel mundo paralelo y regresar a su verdadero hogar descubre que la aventura recién está comenzando, pues sus padres ya no están se los ha llevado su otra madre porque en realidad quiere quedarse con Coraline. Es el momento de tomar decisiones y de reunir el valor suficiente para enfrentarse a sus miedos.

Este relato onírico de Gaiman te mantendrá sujeto a sus páginas, con su lenta y detallada narración que te va sumergiendo de a poco en el rol de Coraline, sintiendo y comprendiendo lo que ella vive. Siempre expectante a la sorpresa que pondrá el autor frente a tus ojos en la siguiente página.

La novela que ha encontrado un agradable equilibrio entre lo sombrío e inquietante del género de terror y lo poético y atractivo de la fantasía, está bien aderezada con las ilustraciones de Dave McKean, que con un estilo extravagante y similar al de Gaiman te llevan de la mano en esta aventura. Un novela de fantasía algo diferente.

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